Con un tamaño en torno a los 2 cms. esta pequeña mariposa, de origen sudafricano, introducida accidentalmente en España hace unos años, se ha vuelto un dolor de cabeza para los amantes de los geranios de jardín, convirtiéndose en una plaga difícil de erradicar y que cubre actualmente toda la Península. No tiene enemigos naturales, por lo que para su control conviene vigilar las plantas y eliminar las partes afectadas lo antes posible y hacer tratamientos con insecticidas sistémicos cada dos semanas, tratando siempre de utilizar los menos dañinos para el entorno (opciones: piretrinas o usar el bacilo B. thuringiensis).
Las especies más afectadas son; Pelargonium zonale, Pelargonium peltatum o Pelargonium grandiflora. Parece que atacan menos las especies de Geranios de olor: P. graveloens, P. crispum ...
Estas plantas son el alimento de sus orugas que comen hojas y flores y luego penetran en el interior de los tallos devorándo los tejidos (de ahí el nombre de Taladro del geranio), con el resultado de la destrucción de las plantas. Tienen varias generaciones al año, por lo que desde primavera hasta mediados del otoño podemos verlas en jardines, balcones, setos, parques y otros entornos urbanos.
Se la distingue fácilmente por sus colores marrones, chocolates y cremas en el reverso de las alas y marrón bronce por completo en el interior, con un ribete ajedrezado. Tiene una pequeña cola en las alas inferiores y un característico punto negro en el extremo del ala visible en ambos lados.
Las fotografías están hechas la semana pasada en un parque madrileño
Ref.: wikipedia.org, asturnatura.com, infojardin.com
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